miércoles, 13 de enero de 2016

¿Sabes de eso que dicen de que los ojos son el espejo del alma?
Mi espejo lleva empañado mucho tiempo, no consigo verme reflejada en él. Paso la mano, pero sólo consigo ver una figura surrealista. Ni siquiera sabría decir cómo era mi reflejo, sólo sé que no era lo que hoy veo. Incluso podría llegar a pensar que esa figura soy yo, pero aún hay quien me recuerda que no solía estar empañada. Quiero creerles. Es frustrante saber que tu alma y tu reflejo no son lo que sabías que era. Porque lo sabes. Te miras y te buscas, te enfadas y te frustras, no te encuentras y entras en pánico. Porque lo sabes. Pero sigues mirando, sigues buscando, sigues pasando la mano. Porque lo sabes. A veces echas la culpa al espejo porque la impotencia y la frustración tocan fondo. A veces echas la culpa al alma porque no es lo que era. Pero todo se centra en la mirada, el espejo y el reflejo. Ni siquiera el vaso está medio lleno. Pero dejando a un lado las metáforas, sabes perfectamente que no miras dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario